Sumidero de Rucueva
Bien venido a nuestra ruta Los Caminos Secretos del Agua. A través de estas balizas podrás seguir esta ruta y te mostraremos una serie de puntos singulares de nuestra geología kárstica.
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El valle de Liendo (autor Javier Lario, Catedrático de Geodinámica Externa de la UNED)
El valle de Liendo permite observar, por una parte, la denominada Depresión o Poljé de Liendo, con un conjunto de morfologías kársticas muy interesantes, y el Diapiro de Liendo o de San Julián, una estructura de rocas salinas catalogada como Lugar de Interés Geológico por el IGME.
Los materiales geológicos más antiguos que encontramos en la zona corresponden con materiales salinos formados durante el periodo Triásico, hace unos 190-200 millones de años, y que aparecen en el pequeño pero singular afloramiento del Diapiro de Liendo, localizado en la playa de San Julián. El entorno general de Liendo presenta un conjunto de rocas sedimentarias formadas entre 125 y 100 millones de años (Cretácico inferior) y que corresponden principalmente con calizas y margas de origen marino. En la zona vasco-cantábrica estos materiales constituyen el complejo urgoniano y contiene carbonatos formados en la zona litoral de un mar cálido con arrecifes y en medios someros (de poca profundidad) como atestiguan los fósiles que se pueden observar en el entorno.
El Diapiro de Liendo o de San Julián
Como hemos comentado, el Diapiro de Liendo constituye un afloramiento singular catalogado como LIG por el IGME. El mismo está constituido principalmente por arcillas, sales y yesos formados durante el Triásico, en un momento en el que el clima era semiárido y facilitó la precipitación química de grandes depósitos de yesos y sales. A continuación, se depositaron sobre estos los materiales marinos del Cretácico, más densos y pesados, que ejercieron una enorme presión, provocando el aumento de temperatura de los materiales salinos y su fluidificación.
Posteriormente estos materiales fueron plegados y fracturados hace unos 40-50 millones de años, durante la Orogenia Alpina, provocada por el empuje de la placa africana hacia el norte que terminó por unirla a Europa, formando en la zona de colisión los Alpes y los Pirineos y provocando el levantamiento de la Cordillera Cantábrica, adquiriendo un aspecto similar al que observamos actualmente. Estas fracturas generaron vías de salida a los materiales salinos, menos densos, que ascendieron a superficie por las mismas, en algunos casos arrastrando materiales post-triásicos, y generando en superficie el domo salino. En la playa de San Julián podemos observar los materiales intrusivos (yesos y sales del Triásico) y los afectados por esta intrusión (carbonatos del Jurásico y Cretácico).
La depresión de Liendo
La Depresión o Poljé de Liendo se refiere a una forma de modelado kárstico denominada poljé que se corresponde con una depresión de amplias dimensiones, con fondo plano que forma una amplia llanura cerrada, limitada por vertientes escarpadas que aparecen por la disolución de la caliza, y con un drenaje de las aguas tipo kárstico.
Suele producirse tras la unión y colapso de varias dolinas (depresión en forma de embudo formada por la disolución de rocas solubles). Como hemos comentado, una característica interesante es la organización del drenaje por un sistema de manantiales o surgencias, por el que salen a superficie las aguas subterráneas que circulan por los sistemas endokársticos (simas, cuevas…), circulando estos cauces por superficie durante su, normalmente corto, recorrido hasta que se sumen por un sumidero o ponor.
En la Depresión de Liendo podemos observar dos surgencias kársticas activas: la cueva del Covacho (cerca de Iseca Nueva), que drena las aguas del monte Cogorio que, al salir a superficie, forma el arroyo Rocillo, y la cueva de Yesta (cerca de Hazas), por el que surge el arroyo homónimo. El sumidero del valle se conoce como el Ojo de Rucueva, cerca de Isequilla, y recoge todas las aguas que circulan por la depresión de Liendo.
Normalmente estos ponors pueden obstruirse por el arrastre de ramas y sedimentos, inundando los valles. En el caso de Liendo, la última gran inundación provocada por esta causa ocurrió a mediados del siglo XIX.
A continuación transcribimos parcialmente la ruta interpretativa del programa GEOLODIA correspondiente a Liendo
El entorno de Liendo está constituido por unas rocas sedimentarias (calizas y margas) que se formaron en el Cretácico Inf. (entre 125 y 100 millones de años; Ma.) y que sucesivamente, durante la Orogenia Alpina (hace aprox. 40 Ma.), fueron plegados y fracturados. En las zonas bajas y en los tramos costeros dominan los materiales más recientes del Cuaternario (últimos 2,6 Ma.; ). Algunas de las fracturas (fallas) presentes en la zona tienen estrecha relación con los sistemas diapíricos que se pueden observar en los alrededores (bajo Asón y San Julián).
Las características de las rocas presentes nos indican que se formaron a partir de la compactación de fangos carbonatados en un fondo marino. El ambiente sedimentario fue la zona costera de un mar cálido donde había arrecifes parecidos a los arrecifes actuales, construidos por organismos como rudistas y ostras En Cantabria, la caliza cretácica urgoniana (Aptiense-Albiense) se originó en estas condiciones de ambientes costeros someros y relativamente aislados de las desembocaduras de los ríos de la época.
En efecto, no lejos de la zona de crecimiento de los arrecifes, debía haber alguna desembocadura fluvial, la cual no sólo debía aportar los nutrientes a los organismos, sino también arenas y arcillas, enturbiando el agua, inhibiendo la entrada de la luz y la fotosíntesis e impidiendo el crecimiento de los rudistas, ostras y los corales, provocando su destrucción.
¿Cuál podría ser la configuración de la costa en esos momentos? La figura siguiente es una reconstrucción del gran sistema deltaico hace 100 Ma., después de que los sistemas de arrecifes se hubieran formado ya.
El canal fluvial se abriría hacia el mar septentrional desde la altura de Sedano (Burgos), depositando arenas y limos esencialmente, tal y como sucede en los deltas actuales.
Las zonas emergidas serían grandes sistemas de islas carbonatadas formadas previamente. El río habría atravesado la península de Sur a Norte por cuanto entonces todavía no existían ni la Cordillera Cantábrica ni la Ibérica. Si bien esta reconstrucción es de unos “escasos 13 millones de años después”, da una idea bastante aproximada de la geografía de la región en esa etapa de mediados del Cretácico.
Los cambios posteriores: la culpa fue de la tectónica de placas… A partir de esos momentos, la cuenca sedimentaria (Vasco-Cantábrica) comienza a experimentar cambios notables en su fisonomía. Iberia, la placa tectónica de la que formaba parte, es en parte independiente de las placas europea y africana, pues se encontraba pinzada entre ambas. Debido a la continua apertura del Atlántico, en ese tiempo, la placa Ibérica se movía unas veces hacia el NW y otras hacia el SE, produciéndose el choque entre la placa Ibérica y el Sur de la placa europea. En esta situación, se fue desarrollando la cuenca sedimentaria en la que se acumularon materiales sedimentarios que, posteriormente se levantaron, produciendo la cadena montañosa en cuyo entorno nos encontramos hoy día y que es una prolongación geológica de los Pirineos. La costa se va configurando por la acción combinada de los procesos propios que dan lugar a la erosión, transporte y sedimentación, característicos en este entorno.
Paralelamente a estos procesos superficiales se producen otros generados por la presencia de materiales plásticos (arcillas, yesos, halita) depositados previamente en el subsuelo (Triásico Sup., 100 Ma. antes).
Estos materiales, situados bajo un gran espesor de materiales jurásicos y cretácicos, soportan diversos esfuerzos tanto verticales (carga litostática) como horizontales (esfuerzos tectónicos derivados del empuje de la placa) por lo que empiezan a moverse favorecidos por la presencia de agua y por su menor densidad, tendiendo a ascender hacia la superficie. Son los diapiros, de los cuales podremos observar dos ejemplos durante la visita (bajada a la playa de San Julián y en la Punta Yesera). Otros diapiros cercanos se encuentran en la Bahía de Santander, en la desembocadura del Asón, en Cabezón de la Sal o en Campoo.
EL SUMIDERO
Debido a la presencia de las rocas calizas, en el área de Liendo, es posible observar diferentes tipos de morfologías que representan la expresión superficial de un proceso que realmente se está desarrollando en profundidad, el Karst.
El Karst (palabra de origen alemana y nombre de una región eslovena, el Carso) es un proceso de disolución de la roca caliza, formada principalmente por carbonato cálcico, CaCO3. La karstificación consiste en la meteorización química que descompone la roca por medio de reacciones químicas. La disolución cárstica, conlleva la existencia de agua ligeramente ácida (que lleva en disolución ácido carbónico) que ataca a rocas que contengan calcio, sodio, potasio y, en general, óxidos básicos.
La formación del relieve cárstico implica un proceso muy complejo que combina otras reacciones químicas o físicas. En general consta de tres etapas: la disolución directa por acción del agua, la acción química del ácido carbónico (hasta consumirse), que produce bicarbonato cálcico y la captación de nuevo gas carbónico para repetir las dos primeras fases. La disolución cárstica presenta una eficacia diferente dependiendo de la temperatura y la humedad ambiental, así como de la cubierta vegetal.
Tras la disolución aparecen residuos insolubles, residuos de disolución, como la arena y la arcilla de descalcificación: terra rossa. Los elementos disueltos también pueden precipitar tras una migración. Estas acumulaciones generan cubetas de descalcificación, como en la zona de estudio.
El substrato rocoso calizo existente es impermeable o muy poco permeable. Debido a las fracturas existentes y a la estratificación en bancos, se generan discontinuidades (fallas, diaclasas, y planos de estratificación) que fraccionan la masa caliza en bloques que podemos considerar como paralelepípedos, y son las que proporcionan a las calizas su permeabilidad.
Los procesos de disolución anteriormente comentados tienen lugar fundamentalmente en las discontinuidades, tendiendo a ensancharlas, y dando origen a una serie de formas típicas de los paisajes cársticos, que englobamos bajo el término exokarst.
Entre la gran variedad de morfologías kársticas que se pueden observar en Cantabria, en la zona de Liendo las más características son los lapiaces, las dolinas de gran tamaño y el polje.
En origen, un polje corresponde a una gran depresión cerrada de origen kárstico rodeada por laderas abruptas y un drenaje de tipo kárstico. En la lengua eslava el término polje significa “campo que puede ser cultivado”, refiriéndose al carácter fértil propio de estos suelos de origen kárstico.
El proceso geológico que da lugar a la formación de un polje es algo complejo y todavía poco claro. Por lo general el proceso dominante es la disolución de las calizas (rocas carbonatadas) que actúa verticalmente (disolución vertical), consumiendo de forma paulatina la roca fracturada, y desmantelando el relieve hasta formar una gran depresión como la que podemos observar aquí.
El proceso de formación de un polje está controlado por la presencia de agua (principal agente de disolución de las rocas) y, en concreto del nivel freático (altura que alcanza el agua subterránea). La profundización del fondo de un polje progresa hasta que alcanza el nivel de inundación frecuente (condición que podemos observar en la zona de Liendo). Si el nivel freático descendiera, entonces el proceso kárstico y de profundización de un polje, volverían a empezar. Una interesante característica de este tipo de morfología, es la presencia de manantiales y de sumideros que corresponden a los pasos entre los sistemas kársticos superficiales y lo subterráneos.
En el caso de Liendo, se puede observar el sumidero de Ojo de Rucueva, punto en el que fluyen las aguas que circulan en todo el valle y entran al sistema kárstico subterráneo constituido por cavidades y grutas.
El origen del polje de Liendo no es muy claro, hasta el punto de que algunos autores no lo definen como polje sino como depresión, soslayando el origen kárstico del mismo. Precisamente, un aspecto que para algunos autores no permite la identificación de Liendo como debida al desarrollo de un polje es que el límite septentrional de la depresión no es calizo, sino arcilloso-yesífero, originado por la presencia de un cierre mecánico: ascenso de un diapiro. En esta misma línea, cabe señalar que la llanura de Liendo está compuesta por al menos 50 m de espesor de sedimentos cuyo origen es probablemente estuarino, con lo cual el origen y la evolución de la depresión de Liendo necesitan de más estudios para ser aclarados
Ruta senderista recomendada: Ojos del Diablo
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