Fuente de la Serna

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En las cercanías de esta fuente, en la Playa de Sonabia se encuentra el conjunto dunar fósil mas espectacular del Cantábrico.

Playa de Sonabia. Foto de Martín González Hierro

El siguiente texto está extraído del artículo: CARACTERISTICAS MORFOLOGICAS y SEDIMENTOLOGICAS DE LAS DUNAS EOLICAS DE SONABIA (ZONA ORIENTAL DE CANTABRIA, NO DE ESPAÑA) G. Flor y P. Martínez Cedrún

Situación y marco geológico:

La playa de Sonabia se encuentra en la zona oriental de Cantabria.

Se abre entre las calizas fosilíferas de Rudistas y Orbitolinas (Aptense y Albense inferior y medio), pertenecientes a las facies Urgoniana, y las calizas intrabiomicríticas y margas (Albense Medio-Superior) del Cretácico.

Su excavación y evolución está en función de la diaclasación y en una fractura de dirección NO-SE sobre la que tiene lugar una erosión importante. También la distinta competencia de los materiales carbonatados cretácicos ha condicionado el relieve resultante.

las calizas urgonianas son mucho más resistentes, evolucionando a un relieve montañoso (monte Candina), que forma parte del área occidental de la playa de Sonabia, generándose movimientos rocosos en su pie e incidiendo en el campo dunar;

imagen tomada de: https://guias.masmar.net/in

por su parte, el conjunto de calizas y margas supraurgoniano es mucho más fácilmente erosionable y la inclinación suave del conjunto hacia el mar permitirá la formación de los diferentes niveles de rasas.

En este segmento litoral de Sonabia, se puede considerar que comienza un relieve propio de la zona oriental de Cantabria, acantilado como el resto de la fachada cantábrica, donde al pie de una sierra litoral de dirección aproximada ONO-ESE, se conserva toda una serie de escalonamientos planos de rasas, únicamente interrumpidos por la desembocadura del Agüera, que forma el estuario de Oriñón. Se diferencian los niveles de rasas más inferiores, correspondientes a 2-7 m que tienen una extensión reducida y muy dispersa,

el de 15-20 m de mayor amplitud en toda la zona (punta de Sonabia, Islares, etc.), el de 25-35 m en las localidades de Sonabia e Islares y restos del inmediatamente superior (40-75 m) en los alrededores de Sonabia, también identificable en las proximidades de Castro Urdiales.

Estas dunas de Sonabia ya fueron objeto de atención por Flor (1980), quien describió someramente el complejo eólico de acuerdo con los tipos morfológicos principales, haciendo énfasis en las barjánicas como ejemplos únicos en todo el litoral de Cantabria. Esta zona ha sido sometida a sedimentación eólica desde al menos la formación de la última rasa (2-7 m), cuyo emplazamiento debió de realizarse con posterioridad a la glaciación más antigua, que tuvo una mayor extensión superficial e intensidad.

Tipos de dunas

Tomado de: https://geolodiaavila.com/tag/barjan/

El tamaño y la forma de una duna dependen de la dirección y velocidad del viento, la disponibilidad de arena y la cantidad de vegetación presente. En base a estos factores podemos clasificar las dunas en cuatro tipos:

  1. Las de tipo barján tienen forma de media luna y sus cuernos apuntan en dirección al viento.
  2. Las de tipo seif presentan crestas rectas que se disponen longitudinalmente siguiendo la dirección del viento dominante.
  3. Las de tipo transversal son montículos alargados con crestas onduladas perpendiculares a la dirección del viento.
  4. Y por último las de tipo parabólico, que tienen forma de U con sus brazos apuntando en sentido opuesto al viento.
Figura 2. Principales tipos de dunas.

Campo de dunas de Sonabia:

Se han cartografiado los campos dunares y, dentro de éstos, las diferentes formas de acuerdo con su morfología particular, destacando las alineaciones de las crestas; se separan las activas ligadas a la playa y las fosilizadas o inactivas.

Como es habitual en los ambientes dunares costeros, el viento es el agente energético único, que se encarga de deflacionar la superficie de la playa y áreas desprovistas de vegetación en el propio campo dunar y de transportar la fracción arenosa (mayoritaria) e inferiores para conformar tipos de dunas específicas o superficies irregulares. Existen otros factores diversos como el alto grado de humedad y la colonización vegetal, derivando ésta de la franja climática que ocupa la región y de la humedad producto de las precipitaciones, infiltración y evaporación, y de su proximidad al mar, que condicionan las formas de relieve dunar resultante y la fijación del sedimento.

Los vientos dominantes en Cantabria a lo largo del año proceden del NO, siendo también importantes los del O, NE y E. En el caso de la playa de Sonabia, dada su orientación general y el relieve contiguo, los componentes incidentes más importantes, responsables de la sedimentación eólica, son los del NO, que son los reinantes de carácter más húmedo, seguidos de los del NE y SO, de mayor intensidad y sequedad ambiental.

Imagen tomada de: https://centrolitoralmaruca.files.wordpress.com/2015/08/sonabia.jpg

El oleaje, con sus distintos frentes dominantes y parámetros característicos, es el agente fundamental en la redistribución de los sedimentos, en este caso arenosos, por toda la superficie de la playa. Dominan los oleajes del NO, que en esta playa inciden casi frontalmente, siendo los del NE los que les siguen en importancia, ambos con una tendencia a construir el perfil de equilibrio, mientras que los de componente N se encargan de producir una erosión en intervalos muy cortos de tiempo. Los oleajes más frecuentes en el Cantábrico son del N-22°-O y N-50°-E, cuya altura media es de 1 m y de 4 m durante tormentas, con período más significativos entre 8 y 20 seg. (Losada et al., 1989).

Imagen tomada de: https://www.cantabriarural.com/playas/playa-del-arenal-sonabia-liendo.html
Playa

El contorno de la playa emergida tiene una forma más o menos subrectangular, alargada en planta y abierta hacia el mar, limitándose  hacia la parte alta a través de las dunas activas, las cuales se instalan sobre la porción externa de una antigua superficie de playa de disposición subplana, que muy probablemente fue activa durante la transgresión flandriense e inmediatamente después, al descender el nivel marino (situada al E de la duna transversal aislada). Tiene una longitud total, en bajamares vivas y medida perpendicularmente a la línea del agua, de unos 250 m y una anchura de 135 m, lo que totaliza una superficie aproximada de 32.700 m2. La zona intermareal queda subdividida por un talud estrecho de no más de 20 m de longitud con una pendiente media de 10º y una porción inferior hasta los 200 m de extensión, que no llega a constituirse en una típica terraza de bajamar, por la propia estrechez de la playa, cuya pendiente es inferior a los 2º. La zona supramareal es reducida, con una longitud de unos 30 m, sirviendo de transición a las áreas dunares (fig. 3).

Imagen tomada de Change.org
Tipología de las dunas

El campo dunar está constituido por tipos de dunas muy variados, lo que le confiere el alto grado de interés. Se separan dos áreas de sedimentación eólica, una situada por detrás de la playa y ocupando parte de la playa antigua con una forma subtriangular, de 220 m de longitud y una anchura máxima similar a la de la playa (170 m), abarcando una superficie de unos 25.876,5 m2; en su porción interna se ve afectado por un movimiento rocoso de ladera. La otra de mayor extensión sobre la ladera oriental del monte Candina, con pendientes de 20º a 25º, tiene forma de rectángulo en planta, con una extensión de 390 m y una anchura de 220 m, siendo la super- ficie de 85.610 m2 (fig. 3).

De acuerdo con la predominancia de los procesos de sedimentación o erosión, se propone una clasificación morfodinámica, para este conjunto dunar eólico, en dos grandes tipos de dunas: de acumulación y de erosión.

Estas a su vez, se subdividen atendiendo a la resultante morfológica, que es función de las estructuras en que se descompone el viento: transversales y helicoidales, en transversas y longitudinales, respectivamente, de acuerdo con las propuestas de Tsoar (1974) para dunas desérticas:

  1. Dunas de acumulación:
    1. Dunas transversas:
      1. Dunas transversales.
      2. Cordones dunares.
    2. Dunas longitudinales.
    3. Dunas mixtas (barjánicas).
  2. Dunas de erosión (depresiones de deflación o «blowouts»).

Dentro del campo situado por detrás de la playa se diferencian varios tipos de dunas características (fig. 3): En el contacto de la playa con la duna, se desarrolla un sistema de cordones dunares, fijado por vegetación de gramíneas, fundamentalmente Ammophila arenaria. Se diferencia una cresta suave en el límite con la playa, más marcada en el lado oriental, donde alcanza unos 0,50 m y disminuye hacia el occidental, donde apenas si se desarrolla. Un surco muy laxo de unos 5 m de anchura se llega a formar desde el centro, lugar donde es más neto, hacia el lado oriental; en el occidental, la pendiente de la duna se hace más acusada enlazando con una cresta muy neta que se mantiene en la zona central y se suaviza hacia la oriental, con una altura de alrededor de un metro por encima de la anterior. A pesar de la cartografía las crestas como alineaciones continuas, lo cierto es que su distribución es muy irregular como corresponde a un conjunto de dunas formadas por otras menores y donde la colonización vegetal es todavía incipiente e induce una sedimentación, consecuentemente, irregular. Todo este conjunto de cordones dunares tiene una extensión en el frente y en contacto con la playa de 140 m y apenas si rebasa los 17 m de anchura y un máximo de 4 m de altura. Son los vientos reinantes del cuarto cuadrante, con una mayor carga de humedad, los responsables de su formación.

Hacia el interior de este conjunto, se extiende un campo dunar muy irregular, que se ha denominado convencionalmente como campo de dunas de posplaya. En la esquina occidental más próxima a la playa, se ha formado un barján irregular de mayor altura, con perfil de tendencia sinuosa que ha penetrado en este campo de posplaya; a sotavento, se identifica un socavón pronunciado, producto, muy probablemente, de la saca de arenas. Todo hace pensar en la actuación de vientos del cuarto cuadrante (NO) sobre este área con aportes directos de la playa y del campo complejo de barjanes y longitudinales, así como posibles retoques de los del primer cuadrante (NE). En cualquier caso, la sedimentación eólica es escasa, constituyendo un área de «by-passing» de arena desde los cordones dunares hasta la duna transversal aislada, por lo que se hace difícil la aparición de formas dunares bien definidas.

En la zona más interna, se ha generado una gran duna transversal, por vientos persistentes del NO, cuyo origen ha sido inducido inicialmente por los lugareños mediante empalizadas de carrasca (Quercus ilex ssp. rotundifolia) colocadas verticalmente, desde primeros de siglo, como defensas para la preserva- ción del campo plano de cultivos. En los costados, se practican sacas de arenas lo que impide su coloni- zación vegetal y posibilita pendientes acusadas. El gran volumen sedimentario acumulado ha requerido una aportación más regular y constante, hecho que se produce por el transporte desde la playa a través del campo complejo dunar adyacente, el cual debe estar recubierto por una escasa colonización vegetal. Tiene una forma general prismática de base rectangular y sección triangular, con una longitud de 130 m, una anchura de 53 m y una altura de 7-8 m. El costado de sotavento (SE) tiene una pendiente algo mayor (42º) y mucho más regular, mientras que el barlovento (NO) es más tendido, variando ampliamente desde las proximidades de la cresta (15º) hasta cifras cercanas a los 32º, y con una sedimentación más compleja, sometida a procesos de erosión eólica dominante.

imagen tomada de: Afire Love @Olaya_Golden

Estas dunas están ampliamente documentadas en ambientes desérticos, donde forman campos extensos y se presentan bajo formas diversas, desde las más asimilables a ésta con cresta recta, conocidas bajo la acepción de dunas transversas hasta aquéllas cuyas crestas pasan a sinuosas, en cuyo caso se denominan crestas barjanoideas, como tipos de dunas básicas o simples, con transiciones entre sí.

Sobre el costado de barlovento de esta duna transversal, se han formado cuatro depresiones o cubetas de deflación («blowout»), así como toda una serie de cicatrices menores irregulares de muy distinta entidad producto de la erosión eólica. Las primeras tienen un contorno subcircular o elíptico con el eje mayor orientado paralela o perpendicularmente a la cresta de la gran duna. El mayor, situado topográficamente más alto, está constituido por otros dos escalonados, separados por un umbral, con una longitud de 21 m y una anchura de 16 m el superior y 12 m el inferior; los restantes, de planta elíptica, tienen longitudes de 12-13 m y anchuras de 9-10 m. En este caso, estas dunas son predominantemente erosivas, si bien en los costados se identifican crestas de altura decimétrica de origen sedimentario. En el interior de alguna de estas depresiones, las pendientes llegan a alcanzar puntualmente hasta 38º

Estas dunas estarían controladas mejor por la estabilización parcial de la vegetación o la humedad o ambas a la vez que por la fuerza y dirección del viento. De acuerdo con la posición de los rebordes erosivos (SE a NE) y del reducido ribete sedimentario (NE a SE) en la depresión mayor, cabe deducir que los vientos del SO son los responsables de su formación, mientras que en las restantes son los del NO.

Es la primera cita para Cantabria y Asturias, mientras que en Galicia han sido ya estudiadas desde el punto de vista morfológico y sedimentológico , y se han descrito recientemente en varias localidades a lo largo de toda esa costa, donde se aprecia frecuentemente su conexión con dunas parabólicas que, como ya apuntara Landsberg (1956), constituyen un estadio más avanzado de su desarrollo. Si bien el control de la vegetación y la humedad es destacado en la forma final, siempre se ha encontrado una relación directa para su formación con los vientos intensos del NE en la costa septentrional española, del NE y NO entre Estaca de Bares y cabo Finisterre y del S en las Rías Bajas.

En el margen occidental de la playa, se diferencia el campo complejo de dunas barjánicas y longitudinales, que toman contacto con el campo irregular de posplaya, justo por detrás del borde occidental de los cordones dunares.

El complejo en que coexisten dunas barjánicas y longitudinales ocupa una amplia extensión dentro de la zona occidental de la playa, adosada a la ladera oriental del monte Candina. Esta superficie tiene una cierta pendiente, variable entre 20º y 25º, por lo que las dunas en el momento de su deposición se adaptaron a este relieve inclinado. Se extiende a lo largo de cerca de 400 m de longitud y una anchura relativamente regular de 250 m, con lo que su superficie es de unos 98.250 m2.

Estas dunas son prácticamente inactivas, salvo en ciertos puntos donde la pérdida de vegetación por pisoteo o acampada ha reactivado la erosión.

Se han cartografiado distinguiendo las crestas de unas y otras al objeto de facilitar su reconocimiento en el plano. Las crestas de las dunas longitudinales se alinean preferentemente en direcciones ONO-E- SE y NO-SE, mientras que las barjánicas lo hacen en OSO-ENE y NE-SO, incluso cambiando de una a otra dirección en determinados casos. Es obvio que las primeras como dunas longitudinales y las segundas como transversales con algo de componente longitudinal (las alas) que son, se originan por vientos dominantes del NO, si bien no es descartable la actuación de vientos del NE. En este caso singular, se combinan de una forma extraordinaria y simultáneamente las estructuras del flujo eólico en sus componentes helicoidales y transversales para producir un mosaico complejo resultante con ambos tipos de dunas coalescentes más o menos regularmente.

Estos barjanes se yuxtaponen según cordones más o menos continuos, paralelos entre sí, dibujando alas relativamente abiertas, aunque existen otras formas estrechas, menos frecuentemente. Las pendientes de barlovento y sotavento están condicionadas, en este campo, por las pendientes de la ladera sobre la que se asientan, de ahí que, en el primero, pueden llegar a los 30º; las de sotavento son comparativamente más inclinadas y algo superiores a los flancos de las longitudinales. Las pendientes son menores en barlovento que en sotavento, pero al aumentar la pendiente

del terreno infrayacente ambas se incrementan hasta llegar a cifras anormalmente altas, que superan los 40º. Las dimensiones de los costados de barlovento son mayores en los más elevados topográficamente, donde llegan a los 20 m, mientras que en los más ba- jos se reducen hasta solamente 2 m. La longitud en el sentido del viento es de unos 20 m y transversal- mente a éste alcanzan dimensiones de 180 m como máximo, siendo la altura de 8 m por término medio. Tienden a espaciarse no muy regularmente, si bien se puede obtener una media de entre 35 y 70 m. En las proximidades del área de aporte arenoso toman una dirección de cresta SO-NE para girar ligeramente al NNE-SSE en la zona más septentrional del campo.

Barjanes aislados o formando cordones barjanoides se han citado en numerosos desiertos y dunas costeras de todo el mundo. Se admite que los barjanes se forman en áreas con defecto de aportación arenosa, como final de una secuencia definida de los tres tipos de dunas básicas: transversas, cordones barja- noides y barjanes (McKee, 1979).

Las dunas longitudinales son formas alargadas prismáticas con sección transversal triangular que tienen dimensiones muy variables, así en las partes más elevadas de la ladera son más extensos: 250 m y 150 m, mientras que en la parte inferior se reducen hasta 45 m, siendo las anchuras en cierto modo más constantes, con una media de 15 m, aunque oscilan entre 20 y 12 m. Las alturas son variables, pero como en el caso de los barjanes, su media es similar a aquéllos: 8 m, disminuyendo paulatinamente desde unos decímetros a algo más de un metro hacia el barján contiguo de sotavento. El espaciado entre éstas es más amplio, y algo más regular, entre 50 y 80 m. Las pendientes son muy variables; el costado derecho (corriente abajo, o hacia el S), al apoyarse sobre la ladera inclinada (22º a 25°), suele adquirir pendientes de suaves a moderadas, mientras que el izquierdo oscila desde 20º a 40º, registrándose, en algunos casos, cifras de hasta 56º.

Son poco frecuentes en el litoral cantábrico y gallego, formando campos excepcionales en Verdicio (Asturias), desgraciadamente irrecuperables por la ubicación de una urbanización turística, y morfologías más o menos aisladas en algunas playas gallegas entre las que destaca la gran duna de Corrubedo. En el SO de Portugal, destacan grandes dunas longitudinales desarrolladas sobre las superficies de rasas o pedimentos en el borde costero (N de cabo San Vicente), alrededores de Amoreira, cabo Sines, etc.). Aun cuando se han invocado diferentes orígenes (McKee, 1982), para estas dunas longitudinales de Sonabia todo apunta a pensar en estructuras de flujos helicoidales.

Emplazamiento de las dunas

Durante la transgresión flandriense, como quiera que el nivel del mar en la costa Cantábrica alcanzó cotas del nivel del mar más altas (+2 a +3 m, por encima de las pleamares medias) que en la actualidad, la playa llegaba hasta las áreas más internas, no existiendo aún el campo dunar. Por tanto, a partir de entonces y como consecuencia del descenso del nivel del mar, se puede deducir con claridad la formación del campo complejo de posplaya y los cordones dunares. La antigua superficie plana submareal, situada actualmente al SE de los campos dunares, se conserva como un resto de la migración de la playa mar afuera en dicha regresión. Al avanzar los sistemas de barjanes- dunas longitudinales sobre el campo irregular de posplaya, éstos deben ser considerados como posteriores a los cordones dunares y al campo irregular.

Obviamente, es más que probable que en el límite con la playa se estabilizaran cordones dunares. En una fase posterior, el nivel del mar asciende produciéndose una erosión del campo irregular y la migración de los cordones dunares hasta la posición actual. Es indudable que el ascenso del nivel del mar se está dejando sentir en estas formas de erosión, mientras que las de sedimentación, hasta los datos más recientes, quedaban más enmascaradas.

La morfología de las dunas eólicas se debe a las estructuras de flujo del viento: longitudinal y transversal; incluso buena parte de las formas dunares responden a estructuras compuestas. En la playa de Sonabia, los cordones dunares y la duna transversal aislada se forman por estructuras de flujos transversales, las dunas longitudinales por estructuras igualmente longitudinales y los barjanes por combinación de ambas, aunque predomine la transversal.

El caso del campo dunar eólico de Sonabia, en que conviven dunas longitudinales con barjanes, es realmente excepcional ya que los vientos actuantes se descomponen en sus diferentes estructuras de flujo transversal y longitudinal creando una red sedimentaria de crestas y surcos muy en consonancia con su actuación. El por qué de esta circunstancia quizá deba buscarse en la incidencia del viento sobre un acantilado vertical como el que representa la pared oriental del monte Candina y la pendiente morfológica acusada (nunca inferior a 10º y superior a 12º) sobre la que tiene lugar primariamente la sedimentación eólica.

Los vientos del NO, que barrieron la superficie intermareal, provocaron el ascenso de la arena a través de la ladera del margen occidental de la playa. Los cordones dunares adosados a la playa son activos bajo vientos actuales también del NO, pero representan una proporción muy reducida del conjunto.

A pesar de no tener la posibilidad de datar las diferentes dunas, se puede establecer una cronología relativa de los procesos a partir de la cartografía detallada de los diferentes complejos, de las relaciones de los contactos o forma de yuxtaponerse unos a otros y, de una forma cualitativa, utilizar el contenido carbonatado bioclástico como indicador de la edad relativa de las dunas.

Ante el alto contenido carbonatado bioclástico del sedimento, muy similar al de la playa, cabe concluir que el emplazamiento es relativamente reciente. De las consultas con algunos vecinos de mayor edad de la localidad próxima de Sonabia, se pudo confirmar esta sospecha y recabar algún dato adicional. Así, parece ser que a primeros del presente siglo comenzó la sedirnentación eólica en la ladera del monte Candina y casi todo el campo dunar, procediendo el vecindario a colocan empalizadas, ante las recomendaciones de un ingeniero, para evitar el aterramiento de łos cultivos situados en la parte posterior de la playa. Se fue conformando. así la duna transversal. realizando el vecindario sacas periódicas de   los costados.

Obviamente, las cubetas de deflación eólica se originan con postenoridad a la conformación de la gran duna. más probablemente en las últimas décadas. El hecho de que en un momento determinado se deflacionara la playa para producirse la sedimentación dunar en el espacio relativamente corto de unas pocas décadas. apunta a que la procedencia de las arenas derivarían directamente del transporte litoral desde la playa de Salvé y estuario del Asón, con alguna participación de los aportes vertidos que se dragaron en la ría del Asón. Así, de acuerdo con los datos recabados al Servicio de Puertos de la Diputación Regional de Cantabria, existe la evidencia de que en el ańo 1920 se extrajeron del puerto de Santoña 124.519,655 m3 y en 1932 de 293.340,376 m3 : en Laredo, en 1902. 46.477,06 m3y, en 1942, de 13.739,038 m3; por último, en Colindres, ert 1929, se dragaron 3.739,038 m3. Aun cuando no se tiene una constancia segura del lugar exacto de su vertido. sí se tienen referencias verbales de que algunos se bascularon hacia el borde oriental del estuario. en las proximidades de la playa de La Soledad o del túnel (E de Laredo) y, por tanto. en las proximidades de Sonabia. Cubicando con cierta aproximación eI campo eólico de esta playa, se estima que contiene un volumen arenoso de aproximadamente 500.000 m3, lo que representa una cantidad muy superior al total dragado; teniendo en cuenta que sólo una parte sin cuantificar se incorporaría a ła deriva litoral, estas aportaciones artificiales no justifican la sedimentación eólica tan intensa.

Si atendemos a las ideas de PaskoW y Kelletat (1991) para quienes las elevaciones deł nivel del mar inducen a una erosión costera, destruyéndose los cordones dunares vegetados («foredunes») y formándose «blowouts» y dunas transgresivas, aun cuando buena parte del transporte arenoso resultante se mueva hacia el mar, una cantidad considerable se transporta hacia tierra. En Sonabia, son muy evidentes los procesos de erosión de los cordones dunares. independientemente de los ciclos estacionales de la playa y la formación de depresiones de deflación. representando sin lugar a dudas el campo de dunas longitudinales y barjánicas dunas transgresivas, por cuan to se apoyan en ciertos puntos sobre las dunas internas del cordón.

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